Hoy vengo ha escribir sobre una bebida que no necesita publicidad. Que sirve para acompañar un buen plato de tajín, o una hamburguesa con patatas, para el aperitivo con unas aceitunas, o con un bocata de queso... Una bebida cuya fórmula es secreta, su envase rojo y es la chispa de la vida, en Catalunya, en Marruecos y en todo el mundo.
La Coca-Cola!
Las primeras veces que iba a Marruecos me hacia gracia reconocer las marcas con sus logotipos en árabe y viendo los álbumes de fotos, me he dado cuenta que en todos estos años de viajes, esta famosa bebida aparece en muchas de ellas.
En los bares de Tetouan y Chefchaouen las sirven en botellas de cristal mas grandes que las de aquí.
En la playa de Cabo Negro hay mesas y sillas de CocaCola en la arena para poder comer lo que te preparan en el bar o lo que venden en puestos ambulantes de garbanzos y caracoles.
Ojo con las avispas, les encanta revolotear por las botellas y alguna acaba dentro! Y es que la CocaCola allí, es mucho más dulce de lo que estamos acostumbrados aquí.
En ese restaurante que paramos haciendo ruta a Tanger me sirvieron en una lata muy reluciente, y en diciembre de 2007, celebramos el fin de año con unos amigos y yo servia la bebida, en enero de 2006 fuimos a un cumpleaños y no podía faltar una botella de cristal grande, como antiguamente había aquí, y en nuestra vieja casita del barrio Málaga siempre teníamos botellas para refrescarnos del calor del verano!
Y bueno os preguntareis a que viene todo este rollo, y es que hoy he recibido unas latas muy especiales, y con este frío han llegado fresquitas y todo, como salidas de la nevera...
Latas que gracias al empeño de TODOMUNDOPEQUES, pedimos a través del twitter con el hashtag #cocacolablogueraYA, para que nos las personalizaran con el nombre de nuestro blog a todas las mamas que nos apuntamos a una lista.
Y ya veis, Comparte una Coca-Cola con Om Yana! y otra con las mamás.
Chin chin!!
